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¿Estás ahí? Estamos aquí
Essentials #41
🤝🏼 Bienvenidos a otra edición de Essentials, una newsletter en la que escribo contenido para hacernos reflexionar y tener una vida plena.
Cuánto tiempo 👋
Ya hace 1 mes desde que envíe la última edición de Essentials y te voy a contar porqué.
Por causas de la vida, he tenido bastante estrés mental en los últimos 1-2 meses. Esto me ha llevado a estar un poco desconectado-desmotivado en general. Quise tomarme un respiro de todo y dedicar el tiempo a otras cosas.
No te voy a mentir, en el último mes: he entrenado bastante, competido en CrossFit, leído, jugado a la play station y he disfrutado de tiempo junto a los que me rodean.
He pensado mucho también. He pensado en la desmotivación, en cómo sería el momento en el que encuentras ese click en la cabeza que te hace volver con algo que tenías entre mano.
Por eso, en la edición de hoy, hablaré de la conexión por desconexión.
Vamos con "los Essentials del mes".
Tiempo de lectura: 2 minutos, 51 segundos.
Los picos, altos y bajos
Lo primero que tenemos que entender es que no todos los días, meses y años van a ser iguales. Tenemos picos de motivación, picos altos y picos bajos.
Pero, ¿cómo sabemos cuánto duran cada uno?
Imposible saberlo. Simplemente, duran.
En este mes le he estado dando vueltas a eso de “sé que tengo que retomar X pero no encuentro las ganas, ¿cómo y cuándo será el retomarlo? ¿qué me llevará a retomarlo?”
Supongamos X como una tarea/acción que haces y que es beneficiosa en algún sentido. Por ejemplo: leer, hacer deporte, meditar por las noches, escribir una newsletter…
Retomar X puede parecer fácil, pero no lo es. Yo pensaba que sería simplemente empezar, aunque sea algo. Pero no. Cuando estás desmotivado, la cabeza juega malas pasadas. Hay algo que nos dice “bah, ¿para qué?”, “ya otro día”, “mejor haz esta otra cosa que te distrae del mundo”…
Y esto acaba generando un bucle mental que pospone X hasta, bueno, no sé hasta cuando.
Creo sinceramente que hay que encontrar algo de nuevo, algo que te diga “merece la pena hacerlo”. Pero por más que lo busquemos, no lo encontraremos. Ese “algo” simplemente llega.
Un día, te levantas con un poco más de motivación y haces X, pero el mínimo posible. Es entonces cuando el cerebro empieza a sentir cosas. Volvemos a llenar, gota a gota, ese vaso de motivación que nos hace volver a X con ganas.
La vida es un cúmulo de sensaciones. ¿Cientos? ¿Miles? ¿Millones? No lo sé. Lo que si sé, es que la combinación de ellas nos hace sentirnos de una manera u otra. Por eso, creo firmemente en que por mucha fuerza mental que tengamos, por muy alto que estemos, podemos resbalar y bajar unos cuantos metros.
Lo importante es crear una montaña base, una fuerza mental, que crezca cada día. Para que cuando caigamos, no sea hasta el suelo. Si no que empecemos a cierta altura de nuevo.
Conexión por desconexión
Cuando estas off de X sabes que tienes que volver. Pero de alguna forma sabes que te va a venir bien para que el día que lo retomes será con energía de nuevo.
Creo firmemente en la conexión por desconexión. Creo en que de vez en cuando debemos apartar durante un tiempo a X. Los lazos que nos unen no se van a romper, se van a volver más fuerte.
Pasar mucho tiempo dedicado exclusivamente a una tarea puede saturar nuestra mente. Por eso, desconectar de ella es como hacer un pequeño reset mental, una limpieza de caché para los más informáticos.
No hace falta planificarlo, esos momentos se notan.
Cuando estés en un pico bajo, cuando sufras una caída recuerda :
Es normal estar ahí abajo.
Eres fuerte, no has caído hasta el suelo.
Cambia de actividad. Pasa de X a Y.
Date un tiempo para “limpiar el caché”.
Volverás. No te preocupes.
Gracias por leer esta edición de “Essentials”.
¡Nos vemos en la siguiente edición!
Un abrazo,
Miguel.